La comunidad internacional actualmente se esfuerza por estimular y concretar todo tipo de iniciativas para avanzar con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aparejado a una propuesta de agenda con posterioridad hasta el 2015, que incluya un conjunto de objetivos para el desarrollo sostenible, donde el agua y la biodiversidad constituyen importantes vertientes del debate. Téngase presente que vivimos en un mundo en el que la inseguridad hídrica no cesa de aumentar, que la demanda a menudo excede la oferta y que con frecuencia el agua no llega a los niveles mínimos de calidad. Por tanto de mantenerse la tendencia actual, la demanda futura de agua será cada vez más crítica.

Biodiversidad

La biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, si de humedales se trata, con mayor énfasis; son fundamentales para materializar la visión de un mundo con seguridad hídrica, dado que los ecosistemas influyen tanto en la disponibilidad como en la calidad del agua a nivel local, regional y mundial. Los bosques y otros ecosistemas naturales, ayudan a regular la erosión de los suelos y a proteger el abastecimiento y la calidad del agua. Así como los humedales pueden reducir el riesgo de inundación entre otras funciones, pero siempre a partir de que se cuente con el conocimiento de las características de la composición y estructura de su diversidad biológica nativa.

Lo antes expuesto está en línea con la importancia de la biodiversidad, y el deseo de la Asamblea General de las Naciones Unidas de promover el uso del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica y sus Metas de Aichi para la elaboración de la agenda para el desarrollo después de 2015. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), celebrada el año pasado, también reconoció la función de los ecosistemas en el mantenimiento de la cantidad y la calidad del agua. Antes la atención se centraba en la disyuntiva entre el uso del agua y la biodiversidad. Sin embargo, hoy se está empezando a entender que la biodiversidad y la seguridad hídrica se refuerzan mutuamente. Este paso del conflicto a la sinergia resulta especialmente oportuno en este año que se celebra el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, y fue divulgado en un mensaje del Secretario General con motivo del Día Internacional de la Diversidad Biológica el 22 de mayo de 2013.

Biodiversidad

Biodiversidad

Humedales

Existen más de 50 definiciones sobre el término humedal, se usa para referirse a lugares que presentan una amplia variedad de hábitats interiores, costeros y marinos, que comparten un elemento fundamental para la vida: el agua, capaz de regir las características, estructura y funcionamiento ecológicos de los complejos ecosistemas en los humedales.

En tanto uno de los más integrales y generalizado resulta el de la Convención Ramsar (1996), que define a los humedales como: «extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros». Esta definición es la principal que siguen las instituciones y especialistas cubanos.

La clasificación de los tipos de humedales también pasa por diversos criterios. Denis (2006), destaca que la más general es aquella que los divide en marinos (ecosistemas costeros que incluyen costas y arrecifes de coral), estuarinos (incluye deltas, pantanos de marea y manglares), palustres (lodazales, pantanos, ciénagas interiores, herbazales de ciénaga, sabanas inundables), ribereños (ríos y cauces de agua) y lacustres (lagunas y lagos). A estos se adicionan los humedales creados por el hombre: canales, presas, salinas, arroceras y estanques de acuicultivo, que, funcionalmente, tienen una actuación similar a sus homólogos naturales.

Múgica et al. (2006), ratifican que durante miles de años la actitud hacia los ecosistemas de humedales ha sido hostil. Sin embargo cerca de 70 % de la humanidad se ubica en zonas de humedales costeros que hoy muestran un alto grado de degradación. En múltiples ocasiones los humedales han sido, erróneamente, considerados tierras improductivas e insalubres, por tal razón, se han defendido siempre los proyectos de drenaje, denominándose saneamiento a tal acción.

En la actualidad la visión y consideración, sobre los humedales ha cambiado radicalmente y son reconocidos por diversidad de autores, entre ellos Múgica et al. (2006), como los ecosistemas más productivos del planeta y como que representan la máxima complejidad, eficiencia y diversidad, con una producción primaria anual de más de 7.250.000.000 Mg de materia orgánica. Estos hábitats reúnen características biológicas especiales ya que el sustrato y el agua están en estrecho contacto y dan lugar a una gradación continua entre los medios terrestre y acuático.

Otro aspecto importante resulta lo referido por Rodríguez (2006), sobre que solamente el 3 % del total del agua del planeta es agua dulce, y las 2/3 partes de ella están almacenadas en los glaciares y las capas de hielo polar. El tercio restante está distribuido en los ecosistemas dulceacuícolas del mundo, los cuales pueden ser divididos en dos tipos fundamentales: lóticos y lénticos. Los ecosistemas lóticos incluyen los arroyos y ríos; en tanto, los lagos, lagunas, embalses y humedales interiores se consideran ecosistemas lénticos.

Humedal en Indiana, Florida

Humedal en Indiana, Florida

Humedales en Cuba

En el Archipiélago cubano los humedales integralmente ocupan un lugar destacado por la cantidad y diversidad de tipos que se presentan. En tanto los humedales interiores son de los ecosistemas que menos se ha estudiado su diversidad y funcionamiento, a pesar de su papel y significación como hábitat que se caracterizan por la presencia permanente o temporal del agua, en superficie o subterránea; suelos hidromórficos, generalmente ricos en materia orgánica; flora y fauna características y una particular ecología, marcada por las características de las inundaciones y las interacciones de los elementos antes referidos y otros. Aquí se destacan variantes de bosques semicaducifolios, siempreverdes, de ciénaga, de galería, de mangle, herbazales de ciénaga, sabanas s.l. en sinergias con lagunas, ríos, canales y sus ecotonos, según cada territorio, muestran su alta y poco conocida complejidad, ecosistémica y funcional, pero de reconocida importancia para la vida en todos los sentidos.

Nadie duda que los humedales ofrecen numerosas ofertas recreativas, relacionadas con la fotografía de naturaleza, caza, pesca, ecoturismo y disfrute, en general, de estas zonas naturales y su biodiversidad, lo que puede producir considerables beneficios económicos, que contribuyen a la conservación de los recursos naturales y al desarrollo de las comunidades locales.

Sin embargo no siempre son bien manejados, ni se tiene en cuenta que los valores más notables proviene de su importancia biológica, ecológica y aportes a la conservación, al poder sustentar una biodiversidad mucho más alta en comparación con otros ecosistemas y que la que se le atribuye a ellos mismos, por algunos desentendidos.

Mangle Rojo

Mangle Rojo

Humedal de La Ciénaga de Zapata

La Ciénaga de Zapata es el mayor humedal cubano y uno de los más importantes y mejor conservados de las islas del Caribe, está cubierto de extensos manglares, herbazales, bosques de ciénaga y vegetación costera. No obstante es una de las zonas menos estudiadas del país, debido fundamentalmente al grado de inaccesibilidad de muchas de sus áreas. La falta de la información necesaria para asegurar su conservación, protección y educación ambiental, constituyen un freno y una amenaza potencial para el desarrollo integral y sostenible de la región.

La riqueza biológica del humedal de La Ciénaga de Zapata, sustentada en una gran complejidad de ecosistemas, con una extensión de alrededor de 4.520 km2, ha sido testigo de varios acontecimientos relevantes en la historia del archipiélago cubano; los cuales van desde albergar a grupos representativos de nuestros aborígenes (cultura pre-agrícola-cerámica tardía), la firma por la tripulación del segundo viaje de Colón a América de la famosa acta en la que se declaraba que Cuba era parte del Continente y no una isla (Del Risco, 1978), lo cual se hizo frente a la Bahía de Cochinos, refugio de corsarios y piratas, así como zona importante en el trasiego ilegal de esclavos durante parte de la etapa colonial, en tanto también acogió a nuestros mambises, cuando la necesitaron durante las guerras por la independencia de Cuba hasta abril de 1961, cuando fue el escenario donde el pueblo cubano propinara la primera derrota en América al imperialismo norteamericano, sellando así su lugar privilegiado en la historia nacional e internacional.

Esta región posee gran importancia para el desarrollo integral del país, ocupa el 4% del área total del archipiélago cubano y mantiene un buen potencial de aporte económico al país al poseer gran parte del área un gran reservorio de turba (más de 500 millones de toneladas) (Olenin et al., 1962). Parte del área conserva valiosos bosques que, a pesar de sufrir las afectaciones de un manejo despiadado en diferentes épocas de su historia natural, mantienen una gran reserva de madera de todo tipo y otros recursos no madereros, protectores de suelo y de agua, paisajes; así como de plantas con de diferentes usos, entre otros valores de su biota y servicios ecosistémicos que aportan.

El humedal Ciénaga de Zapata se reconoce como el mayor y más importante del Archipiélago cubano y del Caribe insular. Su riqueza y diversidad de recursos bióticos, con distinción por sus altos valores florísticos, faunísticos, ecológico-paisajísticos, económicos, culturales e históricos, le han valido para ser declarada Reserva de la Biosfera en el 2000 y Sitio Ramsar, como humedal de importancia Internacional en el 2001, entre otras distinciones recibidas. También reúne en su territorio varias áreas Protegidas de diferentes categorías como: El Parque Nacional La Ciénaga de Zapata, los Refugios de fauna Las Salinas y Bermejas, así como el Elemento Natural Destacado Sistema Espeleolacustre y una Reserva florística en el extremo costero de la Ciénaga oriental, entre otros.

Kirkconnell P. et. al. (2005), comentan que la Ciénaga de Zapata es uno de los sistemas de ciénagas más grandes del mundo, compitiendo tan sólo con los Pantanos de los Everglades en Florida (USA), y el Pantanal de Brasil, Bolivia y Paraguay. Además destacan la combinación con hábitats de tierra firme y la complejidad de 37 tipos de paisajes, su alto endemismo biológico en Cuba y el Caribe. En tanto se reconoce del mosaico de formaciones vegetales que alberga, sus pantanos de agua dulce y salada, de las islas de vegetación alta en medio de ciénagas (petenes), de lagunas cársicas (cenotes) y otras, así como los ríos, manantiales y canales, que sustentan diversidad biológica y de servicios ecológicos, aún más allá de los límites físicos de sus hábitats terrestres y acuáticos, convirtiendo al humedal Ciénaga de Zapata en una región excepcional para Cuba y el mundo.

A pesar de la importancia natural, económica, social, cultural e histórica, que naturalistas, especialistas, técnicos, tomadores de decisiones, pobladores entre otros, nacionales y extranjeros le reconocen al humedal de La Ciénaga de Zapata y de haber sido objeto de interés para diferentes generaciones de políticos, naturalistas e investigadores, en particular de botánicos, y ecólogos a lo largo de su historia, aun su flora vascular se conoce parcialmente; y no se cuenta con una integración de los datos acerca de su riqueza, diversidad y otros valores de la misma, así como la caracterización de las formaciones vegetales presentes, entre otros aspectos destacables del monto vegetal del humedal de La Ciénaga de Zapata.

Los valores de la riqueza y diversidad de la flora vascular y de la vegetación del humedal de La Ciénaga de Zapata son altísimos, al compararlos con los del archipiélago cubano, lo que justifica la aseveración de que resulta el humedal más grande e importante de Cuba.

Flamencos La Cienaga de Zapata

El Humedal de La Ciénaga de Zapata