Asentamientos Aborígenes en La Ciénaga de Zapata

El ecosistema del humedal de La Ciénaga de Zapata constituye una de las áreas kársticas (Karst) más importantes del archipiélago cubano. Con un área de 4.230 km2, comprende las zonas pantanosas y de marismas de las Ciénagas Occidental y Oriental.

La génesis y evolución del karst de La Ciénaga de Zapata, así como su configuración geológica y mórfológica actual, está asociada a los cambios del nivel del mar y a los eventos climáticos ocurridos durante el Cuaternario y en gran medida durante el Pleistoceno Tardío-Holoceno.

Gracias a las dataciones absolutas, por el método del Carbono 14, en las partes inferiores de los depósitos de turba, que pueden alcanzar espesores de hasta 7 metros, se ha conseguido llegar a una edad de 10.000 ± 50 años A.P.

Casimba o “Blue Hole” Dagmar

En las últimas dos décadas, diversos autores han realizado estudios hidrogeoquímicos en el área, definiendo los tipos de aguas presentes sobre la base de su comportamiento tanto químico como físico. De igual forma, se han desarrollado trabajos sobre la regionalización hidrológica de la Ciénaga de Zapata, a partir de la disposición estructuro-litológica, geomorfológica e hidrodinámica del territorio.

El Sistema Espeleolacustre de Zapata, desarrollado en las calizas arrecifales de la formación Jaimanitas, lo integra el conjunto de dolinas, cuevas, casimbas o blue holes y lagos subterráneos, ubicados en el área kárstica al sur de la Ciénaga Oriental, entre las bahías de Cochinos y Cienfuegos.

El estudio espeleogenético de las casimbas o blue holes pone de manifiesto la existencia de un conjunto de fases evolutivas ocurridas durante el Pleistoceno, con fases subaéreas e inundadas en la historia de las cavidades y la karstificación.

El estudio de los restos óseos humanos y de animales, la lítica y la dieta encontrados en los monumentos (Mounds) en forma de montículos sepulcrales y de otros tipos, sugiere que los sitios arqueológicos presentes en la Ciénaga de Zapata pertenecen a la cultura preagroalfarera y se clasifican como Guayabo Blanco (Cosculluela, 1965) (Rangel, 2003).

Estos grupos preagroalfareros con tradiciones mesolíticas, pudieron haber poblado el territorio provenientes en su ruta migratoria del norte de América del Sur. Practicaban la pesca y basaban su alimentación en los pescados, moluscos, jutias, jicoteas y otros organismos vivos marinos y terrestres.

La coincidencia espacial de los Mounds con algún tipo de fuente de agua natural en el área, sugiere abordar el tema desde un punto de vista Hydromitológico y Etnohidrológico, teniendo en cuenta que para los aborígenes las corrientes de agua se asociaban con los Dioses, los cultos religiosos y actividades socio-productivas.

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